Carlos Acosta - Juanita Gomez
Ciclo Nitrógeno:
Isla de Calor
Uno de los ciclos negativos más contraproducentes generados artificialmente se remonta a la ciudad, el lugar que el hombre ha consolidado como su hogar, donde los contras sobrepasan a los pros eco productiva-mente hablando. Dentro de este gran círculo vicioso se ve implicado lo que hoy en día se conoce como el efecto isla de calor, en el cual los materiales con los que la ciudad fue concebida almacenan calor a lo largo del día, subiendo así la temperatura del área comprendida por la ciudad, dicho cambio en la temperatura causa un aumento de calor en el ambiente, por lo que la presión que la zona donde se encuentra ubicada tiende a cambiar, produciendo así una velocidad del aire mucho más alta de lo que se está acostumbrado, por lo que se dispone a adecuar las estructuras con reforzamientos para afrontar esta nueva condición de vientos, incluyendo así más material almacenador de energía repitiendo el ciclo una y otra vez.
Por otro lado, la ciudad al requerir vías para su funcionamiento abarca más superficie en el terreno, lo que reduce directamente el suelo de infiltración en el sitio, esto significa que el suelo que antes cumplía su función de nivelar el agua lluvia y empapar la vegetación con la misma ahora se ve cubierto por una gran manta de asfalto, el cual hace que el agua que conocemos como escorrentía aumenta, saturando nuestra infraestructura prevista para un volumen de agua menor y generando inundaciones en las zonas menos consolidadas de la urbe; por lo que el hombre opta por mejorar su infraestructura infalible generando que así dicho ciclo encuentre su punto de partida una vez más.