La biomímesis es una perspectiva desde la cual podemos diverger de las formas más tradicionales de diseño y a partir de la cual podemos tener conocimiento sin la necesidad de empezar desde 0.
Así que nosotros (como homo-sapiens) en nuestra privilegiada condición, podemos basarnos en una lógica de relaciones que con sosiego y detalle ha esculpido este mundo desde los principios de la vida misma. Observando y aprendiendo de la gran diversidad que parte de este mundo biológico, podemos encontrar increíbles soluciones a problemas puntuales bajo la luz de nuestra capacidad de imitar, evolucionar y crear.
Haresh Lalvani, cofundador del Pratt Institute for experimental structures, menciona que "los sistemas biológicos son el único lugar donde el software y el hardware son la misma cosa" para esto su filosofía de diseño se basa en como la materia empieza a codificar información de como tienen que formarse - justo como las células madre y los genes en todas las formas de vida [1]. Bajo esta lógica se sitúa este referente, producto de una premisa un poco más compleja que la del simple imitar. El cómo podemos imprimir en materiales artificiales, características similares a las de la herencia en los organísmos vivos y activando sus propiedades bajo externalidades específicas de manera autónoma.
Esta vivienda de emergencia se basa en una sola pieza metálica cortada con patrones específicos, que al momento de desplegarse (utilizando fuerza), genera una forma tridimensional generando formas libres y autónomas. "Trees grow without molds. Nature has had to invent antigravity devices millions of years before us, and look how slender palm trunks are, yet they withstand hurricanes" menciona Lalvin.
Estas capacidades de flexibilidad y autonomía de las estructuras naturales aplicadas al diseño, nos permiten pensar en nuevas metodologías al momento de crear, utilizando todas las herramientas que tenemos a nuestro alcance, desde la naturaleza, hasta las inteligencias artificiales. El horizonte se abre y nos dibuja un futuro de muchas posibilidades impresionantes. Citando al oncólogo estadounidense Siddhartha Mukherjee:
Tres ideas científicas profundamente desestabilizadoras brotan del siglo XX y lo segmentan en tres partes desiguales: el átomo, el byte y el gen.[3] Cada una está prefigurada en la centuria anterior, pero brillan en todo su esplendor en el siglo XX. Cada una inicia su vida como un concepto científico más bien abstracto, pero crece hasta invadir multitud de discursos humanos, transformando la cultura, la sociedad, la política y el lenguaje.(...)la unidad básica de organización— de un todo mayor: el átomo, de la materia; el byte (o el «bit»), de la información digitalizada; y el gen, de la herencia y la información biológica.[2]
¿Estamos pues, entrando de nuevo en un siglo donde hasta ahora descubrimos fuerzas insospechadamente poderosas?
Self assembling hard materials:
referencia https://www.archdaily.com/805416/biomimicry-with-steel-sheets-designing-dna-into-materials-can-create-architecture-that-constructs-itself[1]
https://www.youtube.com/watch?v=fh-fMUo0Kjk&feature=youtu.be
The Gene; Mukherjee, S. (2017) Penguin Random House [2]