Dentro del campo del interiorismo como justificación para una arquitectura sensorial, inclusiva y sostenible, se deben abarcar diferentes características o temáticas que nos lleven a la interrelación de estas y así llegar a referencias específicas que nos ayuden en nuestra investigación. El interiorismo sensorial se mantiene en la búsqueda de la creación de espacios, con cierto tipo de características especiales, para la generación o estimulación de diferentes tipos de sensación que se puedan llegar a vivir en dicho espacio. Al haber revisado varios referentes teóricos y prácticos, en donde el factor común es la afirmación, de que este campo del interiorismo sensorial no es una ciencia escrita y que no se debe diseñar pensando en que un espacio va a tener las mismas experiencias para otros, si es cierto que lo que se busca es un espacio inclusivo donde todas las personas en cualquier calidad de salud puedan identificarse.
Como temáticas o categorías dentro de esta materia abordaremos cuatro cualidades que nos ofrecerán el dominio y diferentes perspectivas hacia el tema principal.
· Las texturas como identidad y los colores a Goethe:
Gracias a las referencias abordadas por las investigaciones del doctor Francisco Mora y la arquitecta Audrey Migliani, podemos llevar a cabo los conceptos de diseño para la estimulación de cuatro sentidos del cuerpo (la vista, el olfato, el oído y el tacto) en donde las texturas y el color son la base de diseño de dichos espacios. Por un lado encontramos las texturas no sólo como un elemento visual y de tendencia, sino como un elemento que explora sentidos como el tacto, en donde en casos específicos como las personas con dificultades de salud mental, encuentran la textura como un objeto de asimilación y reconocimiento de un lugar, activando campos del cerebro relacionados con la memoria y la identidad propia que acogen de ciertos espacios en los que han estado; Por otro lado encontramos los colores, los cuales hacen referencia a los estados de ánimo que puede tener un individuo de cualquier tipo en un espacio interior, basándonos en la psicología del color trabajada por Goethe y Eva Heller, los cuales estudiaron la relación de los colores con los sentimientos y las experiencias que se pueden adquirir con ellos, dando ejemplos claros como el caso del violeta, colocado en los baños de los antros para que la gente adicta a la heroína sienta temor y ganas de salir (además de que no pueden ver sus venas)
· El arte de convivir:
El convivir entre muchas personas no es nada fácil y en ciertos casos es bastante difícil lograr que varios puntos de vista lleguen a un acuerdo, por otro lado, en la mayoría de los casos de vivienda horizontal, los espacios comunes como pasillos, zonas verdes o salas de espera no están diseñados para el intercambio de vivencias y se presta más que todo como lugares de paso vacíos. Tanto es la falta de sensibilidad por estos espacios de encuentro, que en casos donde la interrelación con los vecinos se convierte en un tema prioritario de salubridad y comunicación, cómo se vivió en la pandemia del Covid-19, que las relaciones se vivieron por medio de los balcones y ventanas, dejando desolados los pasillos y salas de estar en estas viviendas. Desde otra perspectiva esta convivencia es una necesidad para el desarrollo cognitivo de las personas con dificultades de salud mental, tal como lo dicen los arquitectos Rachna Khare y Abir Mullick, en donde la reciprocidad emocional se juega todo en estos espacios de interacción. Al ver estas dificultades, el convivir se convierte en un arte, una especie de disciplina que debemos afrontar lo mejor posible, donde los espacios estén diseños para la realización de actividades y espacios propios del convivir.
· La simpleza del Loft:
“En la actualidad este término se aplica a un lugar rehabitado de gran extensión y cuya estructura original se incorpora al paisaje arquitectónico cotidiano…. Los Loft se destacan por su simpleza, adaptabilidad y funcionalidad con el fin de formar espacios diáfanos…Hoy en día conviven dos tendencias en la arquitectura urbana: la construcción de nuevas viviendas con la estética loft, y el reciclaje y reutilización de las ya construidas como un paso más en el desarrollo sostenible de las ciudades” LOFTS, FKG.
Tal y como lo describe la cita anterior, los Lofts manejan la simpleza de los espacios, espacios multifuncionales y con grandes cualidades de alturas y texturas que permiten la permeabilidad de luz natural, circulación de vientos y vistas llenas de naturaleza, vitales en los sentidos que buscan tener una estimulación para las actividades llevadas a cabo en estos lugares. La simpleza del Loft adquiere el minimalismo como concepto base de sus ideales de diseño, fundamental para uno de los principios del diseño del cual nos habla la arquitecta Magda Mostafa, el cual nos dice que los espacios interiores no pueden tener texturas, objetos y colores extravagantes ni en grandes cantidades, pues alteraría de manera fuerte las sensaciones en alguien en discapacidad mental y provocaría daños cerebrales y físicos. Dicho esto, el Loft es la perfecta excusa para lograr la armonía entre una estética llena de tendencias pulcras y un diseño basado en la salubridad para la persona.
· La sostenibilidad como requisito:
“La ciudad de concreto y ladrillo vive en un déficit permanente de espacios verdes. No hay parques suficientes para una ciudad de ocho millones de habitantes…la arquitectura siempre tiene respuestas asombrosas... De cómo la construcción puede ser amigable con el medio ambiente y darle un aporte verde a la comunidad” Fernando Gómez Echeverri, Revista Habitar, noviembre 2016.
Desde parques verticales, zonas verdes en el espacio público, hasta materas en espacios interiores, la sostenibilidad debe ser un requisito dentro de los conceptos de diseño que se manejan en cualquier proyecto, no solo por ser un requisito fundamental para la salubridad y estimulación mental dentro de la población con enfermedades cognitivas, sino también por que es un requisito para la salubridad de cualquier tipo de persona. Los espacios en donde el verde es el protagonista, son espacios llenos de tranquilidad y oxígeno para nuestros cuerpos y nuestras ideas. La falta de vegetación puede ser mortal para una persona con TEA o para un fumador crónico. Tal como se desarrolla en el edificio Santalaia en el barrio Rosales de Bogotá, el proyecto de vivienda cuenta con 115.000 plantas que generan oxígeno para 3.000 personas, lo cual compensa la huella de carbono que producen 700 seres humanos, limpiando emisiones de carbono de 745 carros y reduciendo el heat island (isla térmica) que produce la ciudad.
El interiorismo sensorial requiere tanto de referentes como de categorías para lograr dominar los conceptos básicos que se necesitan en el diseño de espacios pensados para la interacción y actividades de cualquier tipo de usuario. Categorías relacionadas con las características bases que se deben tener en cuenta para cada proyecto a realizar y sobre todo si se busca una relación de conceptos que manejan los temas como la neuroarquitectura, el cohousing o el diseño sostenible.
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