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Foto del escritor isabellaolartem

LA CASA GOZQUE.Arquitectura vernacular urbana como respuesta al sincretismo cultural latinoamericano

Actualmente, los procesos globales que definen nuestro presente han transformado, no solo las dinámicas económicas mundiales, si no que han impactado en todos los aspectos referentes a un territorio, entre ellos dinámicas sociales, culturales, políticas y ambientales. Al permitirnos este acelerado intercambio de todo tipo, la globalización ha tenido como consecuencia el crecimiento de una cultura global, marcada por conceptos como moda y tendencia, que en su mayoría corresponden a una mundialización de aspectos básicos de la cultura norteamericana actual, mezclados con elementos de otras culturas avanzadas (Landa, 2015), situación que pone en otro plano las culturas locales (normalmente de territorios tercermundistas) que buscan un resurgimiento como reacción contra la globalización y revalorización de lo propio (Landa, 2015).


Como consecuencia los procesos culturales producidos, la arquitectura latinoamericana es un hibrido de diferentes manifestaciones el cual presenta gran ambigüedad. La transición de lo tradicional a la modernidad se dio de manera lenta e inconclusa (al punto de cuestionarse si se puede considerar modernidad en América Latina) y dejo rasgos tanto de movimientos empíricos (tradicionales) como positivistas (modernos).


La arquitectura del positivismo, es hegemónica frente a la empírica. El positivismo del siglo XIX pretendía el progreso a toda costa y para esto, lo ideal está representado por la “tradición ilustrada”, la tradición europea. Esto generó el distanciamiento a las tradiciones hispánicas e indígenas, en la medida en que represaban oscurantismo y atraso, al punto de desconfiar de los elementos raciales propios, como lo indígena y lo negro, de sus capacidades y aptitudes. Es por esto que en la actualidad se espera que las bases para el desarrollo provengan del exterior, Europa o Estados Unidos. (Magallón Anaya, 2016). “Al ser la modernidad un fenómeno eminentemente europeo, sólo puede entenderse como una experiencia europea. Por lo tanto, desde este horizonte, se cancelaba la posibilidad de que América Latina pudiera llegar a ella y, dado el caso de que pudiera existir, se tendría que entrar en una relación conflictiva con nuestra identidad. Por ello, algunos latinoamericanos se opusieron a ella y otros la quisieron imponer por encima de esta razón.” (Magallón Anaya, 2016)


¿La entrada a la modernidad representa necesariamente la perdida de la tradicion?


Son muchos los teóricos que han reflexionado sobre nuevas alternativas ante la actitud homogeneizadora del movimiento moderno, proponiendo el resurgimiento de una arquitectura local y, por lo tanto, particular.


Uno de los primeros en teorizar sobre nuevas alternativas ante la actitud homogeneizadora del movimiento moderno fue Kenneth Frampton; en su libro Prospects for a Critical Regionalism expresaba su preocupación por la pérdida de la identidad local cuando la arquitectura se lleva como moda o escenografía, además acentuaba la importancia de entender el lugar y resaltarlo a través de la topografía, el clima, la luz, los materiales y la mano de obra locales, los detalles, la conexión con la consciencia política de la sociedad, el deseo por alcanzar una identidad y la aspiración de independencia. Frampton proponía al regionalismo crítico como una liberación de los marcos mercantiles al crear lugar y sentido, evidenciando las posibilidades de diálogo entre las realidades globales y las locales.


Sin embargo, el desarrollo del concepto de Frampton presentó vacíos al entender el Regionalismo crítico como un estilo nuevo opuesto al modernismo, que aplica para toda Latinoamérica, basándose en criterios meramente formales, de forma muy superficial. El regionalismo crítico de Frampton se propuso como una resistencia a la homogeneización, pero como resultado, produjo homogeneidad, sin tener en cuenta la compleja multiculturalidad de América latina, su sincretismo cultural que está en constante cambio y difiere en cada porción del territorio.


Entendiendo a América Latina a partir del sincretismo cultural que la caracteriza, se proponen diferentes formas de abordarlo desde dos definiciones del termino transculturación.


Fernando Ortiz, con el fin de analizar los fenómenos culturales presentados en Cuba, propuso el término transculturación, para sustituir al vocablo aculturación el cual no los definía correctamente: “Entendemos que el vocablo transculturación expresa mejor las diferentes fases del proceso transitivo de una cultura a otra, porque éste no consiste solamente en adquirir una distinta cultura, que es lo que en rigor indica la voz angloamericana acculturation, sino que el proceso implica también necesariamente la pérdida o desarraigo de una cultura precedente, lo que pudiera decirse una parcial desculturación, y, además, significa la consiguiente creación de nuevos fenómenos culturales que pudieran denominarse neoculturación (…) En conjunto, el proceso es una transculturación, y este vocablo comprende todas las fases de su parábola.” (Ortiz, 1963). La definición de Fernando Ortiz se presenta como un concepto crítico de lo global en el cual una cultura foránea llega a remplazar y eliminar una cultura local.



Transculturacion lineal

Por otro lado, Felipe Hernández redefine este concepto, transculturación, como un fenómeno multidireccional en nuestra cultura globalizada, comparándola con el rizoma, una estructura dinámica que no tiene punto de origen ni fin y es capaz de establecer múltiples conexiones con otros sistemas. Así mismo, las culturas se conectan entre si e interactúan. La cultura y la identidad están en constante evolución de manera independiente. (Hernandez, 2005). La definición de transculturación de Felipe Hernández, consiste en una herramienta para estudiar las interacciones culturales, entendiendo la riqueza de la coexistencia multicultural en América Latina.

Transculturacion multidireccional. Rizoma. Gilles Deleuze, Félix Guattari

De esta forma el proceso de hibridación que las culturas latinoamericanas atraviesan durante su transición de lo tradicional a la modernidad, no puede ser visto de manera lineal, como un proceso irreversible, por lo cual no implica necesariamente la pérdida de la cultura precedente, sino el constante salto entre ambas direcciones, donde la cultura local se alimenta de culturas foráneas y así mismo de las diferentes transformaciones que ha sufrido a través del tiempo. “La incertidumbre acerca del sentido y valor de la modernidad deriva no solo de lo que separa a naciones, etnias y clases, sino de los cruces socioculturales en los que lo tradicional y lo moderno se mezclan. (…) los medios de comunicación electrónica, que parecían dedicados a sustituir el arte culto y el folclor, ahora los difunden masivamente” (García Canclini, 1990) El trabajo conjunto de disciplinas como antropología, sociología, comunicación e historia pueden generar otro modo de concebir la modernización latinoamericana: más que como una fuerza ajena y dominante, que operaría por sustitución de lo tradicional y lo propio, como los intentos de renovación con que diversos sectores se hacen cargo de la heterogeneidad multitemporal de cada nación. (García Canclini, 1990).


Finalmente, la actitud de perro gozque con que se define la identidad cultural latinoamericana, es vista como una oportunidad y reflejo de riqueza y abundancia. Así como un perro gozque, que nace de la hibridación de diferentes razas, y nunca existe uno idéntico al otro, nuestra cultura es también la hibridación de diferentes agentes propios de cada porción de territorio, lo que, en Arquitectura, nuestro tema de estudio, pone a disposición una amplia gama de elementos que permite gran diversidad de posibilidades.


En esta hibridación entre lo tradicional y lo moderno en la vivienda, se evidencian diferentes elementos, los cuales abordaremos en los siguientes capítulos.


“El habitar sería en cada caso el fin que preside todo construir”


-Heidegger,1994


En los siguientes capítulos, abordaremos desde el habitar, dos extremos de la vivienda, desde 5 aspectos visibles en ambos elementos. El sujeto, la tipologia, lo material, lo sacro y el tiempo.

Esto para entender las diferentes manifestaciones de la vivienda que se han producido en la contemporaneidad entre tradicion y modernidad.



LA CASA COMO VITRINA


La casa positivista



La familia modelo. Tomado de: https://pin.it/442kvwmhtftkce

La actitud homogeneizadora del movimiento moderno, tuvo como resultado la forma de pensar y proyectar el habitar contemporáneo. Este está definido en su mayoría, por la casa positivista, en donde la familia como programa es el eje rector, y esta entendida de manera estandarizada, además se centra en la familia tipo estadística, la cual es carente de rasgos particulares, "la diferencia como forma de significacion ha sido borrada" (Abalos, 2000).


"El individuo se estudia como una abstracción, como una pieza de un engranaje sujeta a observación y experimentación, como un dato estadistico objetivable que se diluye en unos comportamientos previsibles" (Abalos, 2000)


Esta casa, no concibe otro habitante que la familia modelo.

Vision de Paris. Le Corbusier.

Su tipologia esta definida a partir de cuatro factores. Datos estadisticos, prinicipios cientificos, aspectos tecnicos y constructivos, bajo los cuales se fundamenta un proceso de toma de desiciones que dá como resultado la construccion en serie. (Abalos, 2000)


Esta es la casa de la arquitectura producida en masa, regida por el mercado y dominada por la optimizacion del "metro cuadrado" a través de las técnicas de producción industrial. Usualmente hace parte de un bloque colectivo constituido de replicas, que funciona como una isla del contexto urbano.


Su espacio privilegiado será aquel que represente a la familia como un todo: el salón, lugar donde el ideal espacial de vitrina y transparencia culmina. Ese podrá tener dobles y triples alturas en torno a las que gravita la casa, como una version domestica del Panopticon. "La casa positivista será la casa de la exposición de unos miembros frente a otros y de la familia como unidad al exterior" (Abalos, 2000)


En esta casa no caben los materiales naturales, mientras que las tecnicas industriales son bienvenidas. "Se trata de dar vida a un espacio cartesiano e higienico, basado en la visibilidad y que huye de cualquier connotacion con lo insalubre o la memoria"(Abalos, 2000). Vidrio, metal y el blanco toman protagonismo como significado de modernidad, geometría, y eficacia.


Buscando el objetivo de orden y progreso y llevar al hombre hacia la evolucion, organizada por la ciencia, en la arquitectura de la modernidad se sustituyen los valores de lo sagrado por aquellos de lo practico y logico. Con miras hacia adelante, el espacio de la modernidad olvidará casi por completo el pasado y tenderá a constituirse por leyes univerales. “El espacio ha quedado cuantificado, transformado en producto de la disección del movimiento, de la geometría y matemática (…) el espacio positivista es un espacio sin densidad, sin memoria, lanzado al futuro contra el pasado" (Abalos, 2000). Desde su materialidad y tecnica, apostará por permanecer en el tiempo, generando mayor productividad y rentabilidad a travez de la prefabricacion y la industrializacion.





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