¿Es la arquitectura únicamente susceptible a estratos altos? El déficit de vivienda en Bogotá es una incógnita y un dolor de cabeza para los alcaldes de turno, pues las cuentas de lo que demandan los hogares existentes y nuevos frente a lo que construye en la ciudad nunca coinciden (El Tiempo, 2019).
Como arquitecto Colombiano e visto la incidencia de vivienda informal en los bordes o periferias de las ciudades latinoamericanas, y es que tan solo en el caso de Bogotá el 82% de los hogares son de estrato 1, 2, 3 . Por lo que considero que es fundamental que como arquitectos trabajemos en comunidad para encontrar formas adecuadas de vivir principalmente a estas poblaciones que nunca han requerido de nuestra profesión.
Entendiendo el contexto de dichas ciudades como el centro productivo y el borde informal - industrial - rural, generando fuerzas centrifugas y centrípetas entre los habitantes de dichas ciudades, y que algunos sectores empiezan a tomar la dinámica "sectores dormitorio" y como resultado encontramos poblaciones flotantes a lo largo de dichas ciudades. Esto se evidencia en las dinámicas cortadas de algunos sectores de las ciudades de Bogotá, como lo es el centro de la ciudad en cuales estas están en constante cambio y en algunos casos generan inseguridad.
Mike Davis en su libro "planeta de ciudades miseria" nos hace un llamado, no solo para entender la evolución de la pobreza en las ciudades de tercer mundo, sino para entender dichas áreas hiperdegradadas y las causas de dicha precariedad, entendiendo el contexto social de las políticas neo liberales y su relación con las crisis económicas que ha experimentado el mundo.
Por otro lado, Devis establece los beneficios de la pobreza entendido desde las prácticas de especulación del suelo en las que se ocupa de manera informal para luego negociar con el estado la legalización de dichas tierras, el estado por consiguiente dota de servicios básicos e infraestructura y las personas con menos recursos se ven desplazadas a nuevos bordes mas hiperdegradados y más acercados al borde de la ciudad.
Como arquitecto latinoamericano, me parece fundamental no ser esquivo con dichas realidades y por el contrario empezar a trabajar en comunidad y simbiosis en la que tanto la comunidad como nosotros como profesionales generamos respuestas integrales. Entendiendo la vocación rural de dichas zonas hiperdegradadas en las ciudades latinoamericanas.
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